¿Qué hay detrás de una personalidad racista?

Psic. Socko Domínguez Badillo

Lo que nos choca nos checa 

  • Te hubiera gustado que los españoles hubieran aniquilado a los indígenas como en Estados Unidos y no que se mezclaran…
  • Con tus amigos, te refieres a la muchacha del aseo, como chacha o criada…
  • Le has gritado “naco” o “indio” a alguien…

 Diversidad de factores como los psicológicos, culturales, sociales, económicos, son las razones que se dieron para explicar el racismo.

“¿Qué hay detrás de una personalidad racista?”

Consideraciones de que el otro no posee la misma sustantividad que uno (excepto aquellos que son considerados iguales por pensar igual y pertenecer a la misma sociedad) se establece una relación vertical con el prójimo. Situándose uno, en una pretendida situación de superioridad respecto al otro. Pero el racismo es más que esto.

ES LA CREENCIA DESVALORIZANTE DEL OTRO A CAUSA DE UN DEBILITAMIENTO PERSONAL DEL RACISTA. JUAN R. COCA. Universidad de Valladolid, España.

¿Se puede decir, entonces, que el racismo es un fenómeno cultural?

Para responder, la cultura genera una visión del mundo personal. Cuando enriquecemos nuestras reuniones familiares y de amigos con verdades absolutas que llegan a hacerse verdades a fuerza de repetirlas. Las palabras son peligrosas, algunas hieren y humillan, fomentan la desconfianza y el odio, marcan la jerarquía, prejuicio, segregación, violencia y discriminación.

¡Esto es lo que vivieron, lo que temen, lo que les ofende!

  1. López de Santa María explica, “la ausencia de criterios de identidad suficientemente sólidos da lugar, a un malestar vivencial y a una inestabilidad psíquica, “de niños cuando pierden la fuerza que en un principio tenían, salvaguardan su identidad por la vía de la negación” (p.167).

Yo no soy racista pero no quiero que estudien con mis hijos

Yo no soy racista pero los homosexuales, los tullidos, los… no tendrían que existir.

Racismo y xenofobia son conductas patológicas, trastornos de la personalidad llamados psicopatomanías, o conductas de indocilidad episódica, que causan perturbaciones en las relaciones interhumanas, ocasionando fenómenos traumáticos a sus víctimas por la agresividad permanente y obsesiva, afectando seriamente los derechos humanos y las buenas relaciones interpersonales.

“¿Qué hay detrás de una personalidad racista?

Un hermano que sufre y hace sufrir.

Que padece soledad…

Provocándole grandes traumas psíquicos como el pánico, la ansiedad, la depresión, la paranoia y complejos de inferioridad, etc., así como tensiones emocionales y odio a sus semejantes.

Autoritarismo prototipo del individuo intolerante, que posee un conservadurismo social (oponiéndose al cambio); experimenta una necesidad de que existan jerarquías, siendo ciegamente sumisos ante sus superiores y abiertamente despreciativos   hacia los subalternos; piensan que la fuerza física es necesaria en una sociedad; manejan actitudes inflexibles con sentimientos de hostilidad, de agresividad, de ansiedad, y de desconfianza hacia el prójimo. Varias de estas características tienen que ver con el tipo de socialización   que sufrió: muchos adultos autoritarios fueron niños y adolescentes cuyos padres no les transmitieron ternura que es lo que genera seguridad, ni apego más bien fueron señalados. SIN:

  1. a) El respeto
  2. b) La no-exclusión
  3. c) Una actitud de comprender esa diferencia, no solo aceptarla.

Fíjate en los niños que te rodean, observa que son diferentes y que esta diversidad es hermosa. Es una oportunidad para la Humanidad. Vienen de distintos horizontes, son capaces de aportar cosas que tú no tienes y tú también aportarles a ellos cosas que no conocen. La mezcla es un enriquecimiento mutuo…

Eduquemos a las jóvenes generaciones, son mentes abiertas y sin prejuicios hacia los demás. Enseñémosles a no valorar a una persona por el color de la piel, su religión, sexo, estrato social o país de origen, sino por las condiciones personales de cada uno.

Aplica el principio de “la otredad del otro”, Simplemente la máxima Cristiana, presente en otras religiones: tratar al prójimo (incluido el foráneo) como así mismo. La fórmula es sencilla: “valora a los demás como a tí te gustaría ser valorado”.

TÚ MERECES RESPETO

Nadie tiene derecho a humillar a nadie. Cada cual merece un trato con dignidad. Con tu respeto a los demás, le brindas un homenaje a la vida por lo que tiene de hermoso, de maravilloso, de diferente e inesperado.

“ES UN EJERCICIO DE RESPETO HACIA TÍ MISMO”