Solemnidad de la Epifanía del Señor

En la celebración de la Epifanía de Señor en la Santa Iglesia Catedral, Mons. Julio César Salcedo Aquino m.j., estuvo acompañado por los concelebrantes Mons. Hermenegildo Ramírez, P. Manuel Zamora y P. Francisco Rodríguez Lara, en su homilía el Sr. Obispo dijo que la Fiesta de la Epifanía es la manifestación del Señor a todos los pueblos de la tierra. En el relato evangélico de los magos, que buscan al Niño Dios, guiados por la luz de la estrella, se cumplen las enseñanzas proféticas, en las que se dice que también los pueblos paganos habrán de rendir homenaje al Mesías. De este modo queda patente que Jesús vino y viene al mundo, como enviado del Padre, para ofrecer la salvación a todos los hombres y a todos los pueblos de la tierra. La Epifanía se manifiesta a través
de la estrella de oriente por medio de la cual los reyes magos descubren la presencia de Dios y así pues nosotros de la misma manera debemos buscarlo También subrayó que “nuestra Iglesia, eminentemente misionera, sigue ofreciendo hoy su contribución a la difusión de la fe cristiana en distintos países mediante un grupo de espléndidos y generosos misioneros. En todo momento hemos de dar gracias al Señor por el testimonio evangelizador de estos hermanos, pidiéndole les conceda fortaleza de espíritu para permanecer con alegría y esperanza en el cumplimiento de la misión. La contemplación de esta realidad tiene que impulsarnos a renovar nuestra vida espiritual, como a la de Jesucristo y la conciencia misionera. Sin una renovación de la fe en Jesucristo que nos permita superar la rutina y la costumbre, no será posible un nuevo ardor misionero ni un nuevo estilo evangelizador.
Consecuentemente, la Iglesia no podrá hacerse presente en muchos lugares y ambientes necesitados de Jesucristo.
Si realmente estamos convencidos de que Jesús vino al mundo para ofrecer paz, amor y salvación a todos los hombres, hemos de salir con decisión al encuentro de quienes buscan la felicidad y la salvación. Es más, tenemos que ser muy felices porque Dios quiere contar con nosotros para ofrecer este gran tesoro a nuestros semejantes”.
Antes de la bendición el P. Manuel Zamora, párroco de Catedral, despidió y agradeció al padre Francisco Rodríguez Lara, por su servicio como Vicario de la Catedral; por su parte el P. Francisco agradeció a los feligreses el cariño y apoyo que le otorgaron durante su estancia.
Finalmente el Sr. Obispo Don Julio César levantó la imagen del niño Dios para después entregársela a los padrinos sr. Raúl Ixtlapale y sra. Adelita Sosa Xoxotla, para que ellos y la feligresía lo veneraran y se retiraran felices por la fiesta de la Epifanía del Señor.