El miércoles 11 de octubre del presente, durante la Audiencia General, en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, nuestro obispo, mons. Julio C. Salcedo Aquino, m.j., saludó al Santo Padre Francisco. Este encuentro precede al gran acontecimiento del próximo domingo 15: la Canonización de los Niños Mártires de Tlaxcala, Protomártires de México y de América.
Nuestro obispo compartió con el Papa la alegría por el don que recibirá la Iglesia universal y, en especial, México y la Iglesia que peregrina en Tlaxcala. En la persona del Obispo estaba representada toda la Diócesis de Tlaxcala.
Esta canonización es un acontecimiento de gracia y bendición. ¡Es un don!, y, al mismo tiempo, un compromiso, pues los Niños Mártires nos impulsan a retomar con más fuerza la evangelización, identidad de la Iglesia.
Es significativo que el Papa desea presentar a los Niños Mártires como evangelizadores, catequistas, misioneros. No podemos quedar encerrados en nuestras aparentes seguridades. Como Cristóbal, Antonio y Juan, la Diócesis de Tlaxcala debe dejarse impulsar por el Viento del Espíritu hacia las periferias.
¡Gracias, Santo Padre Francisco, por esta canonización de nuestros Niños Mártires!