CRISTIANISMO Y ELECCIONES

P. Ranulfo Rojas Bretón
¿Votar y ser cristiano tiene relación?, la religión y el ejercicio del voto pareciera ser un tabú, sin embargo, no debemos confundir las cosas y entender que seas cristiano, budista, ateo o musulmán, todos, independientemente de la religión que profesemos, tenemos un compromiso con nuestra Patria y en esta elección es la de votar. ¿Pero, cómo debe votar un cristiano? La tarea del cristiano es tomar conciencia de la responsabilidad social que tiene y acercarse a las urnas para EMITIR UN VOTO LIBRE, RESPONSABLE Y MADURO.

Libre, porque no debemos dejarnos coaccionar por nadie. Eso de que “si no votas por fulano te corro”, “aquí todos votamos por fulano”, “vota por tal o cual candidato o vas a tener represalias” son o deben ser condiciones de un pasado que ya no existe. Nadie te puede intimidar, nadie te puede coaccionar, tú debes asistir a las urnas y ahí en la intimidad con tu conciencia emitir tu voto por quien tú creas que es la mejor opción. La libertad es la primera condición de un voto.
La segunda tarea es la Responsabilidad, no se debe emitir un voto al “ai´ se va” o como algunas personas lo hacen, van a votar y ponen leyendas ofensivas, agresivas, denigrantes en la boleta o incluso leyendas de burla o cómicas. La responsabilidad implica la seguridad de que mi participación es valiosa y que es algo muy serio que no puedo dejarlo a la improvisación.
Una tercera tarea es la Madurez, un voto maduro implica razonamiento, tiempo de pensar y de valoración. La pregunta que me debo hacer es ¿Por quién voy a votar? Y ¿Por qué voy a votar por esa persona? No puedo votar por el photoshop o por el eslogan, o por la propaganda, o por las encuestas, la madurez implica tiempo para ver propuestas, analizar contenidos, pensar que estamos eligiendo a gobernantes, que en cada voto va un asentimiento a sus propuestas y debe tratarse con toda madurez.
El cristiano debe votar también en un ambiente de oración, no se puede olvidar que como creyentes Jesús mismo nos pidió que nuestra oración al Padre fuese “insistente” así como cuando el amigo va a pedir los panes para el visitante que recién llegó: “Yo se los aseguro que se levantará a dárselos no tanto porque sea su amigo sino por su molesta insistencia”, “¿Ustedes creen que mi Padre no escuchará a quienes día y noche le piden algo?” Nosotros no podemos olvidar el compromiso de oración que tenemos ante nuestra sociedad, pues los creyentes que oramos al Padre estamos convencidos que “si nos ponemos de acuerdo en la oración, El Padre nos concederá lo que le pidamos”.
Para esta jornada electoral debemos intensificar nuestras jornadas de oración, pidiendo a Dios nos ayude e ilumine el entendimiento para que cada uno de los electores emitan un voto libre, responsable y maduro, sin que influya en su decisión nada que no sea un compromiso con su propia conciencia de tal manera que su votación sea un ejercicio no solo ciudadano, sino digno de un católico bien formado, responsable y comprometido con su fe.