P Ranulfo Rojas Bretón
La vida puede parecer demasiado dura y nos puede poner pruebas aparentemente difíciles de
superar. Es más, muchas veces hemos estado a punto de claudicar y nos hemos llenado de
sentimientos negativos, resentimientos y odios contra quien o quienes creemos causantes de
nuestras desgracias y nuestros problemas. Es cuando el maestro que “te reprobó”, el patrón “que
te corrió” o que en este momento te ha estado haciendo la vida “de cuadritos” y mucha gente, el
familiar odioso, el amigo traidor, el compañero que te hace bullying, en fin, tanta y tanta gente
que según tú, te ha “jodido la vida” y te ha hundido o no te permite desarrollarte y “ser feliz” está
ahí en tu corazón como lacra que te daña.
¿A cuántos has culpado y condenado por ser los “responsables” de tu situación? Yo creo que
muchos aparecen en tu lista, pero… y en esa lista de la ignominia, ¿por casualidad apareces Tú o
crees como siempre lo has creído que las causas son solamente externas y que el menos
responsable o mejor dicho la víctima eres tú? Me parece que seríamos muy injustos si solamente
“cargamos” el muertito a los demás y nosotros quedamos libres de culpa.
Es cierto que la genética tiene mucho que ver, tienes herencia física que no depende de ti, es
cierto que habrás pasado circunstancias especiales en tu niñez, tal vez alguna enfermedad te dejó
semi paralítico o algún accidente te deformó la cara. Es cierto que la sociedad es muy injusta y la
pobreza que vives parece injustificada y continuamente te preguntes ¿por qué unos tienen mucho
y tú no tienes o tienes muy poco? Es más, tal vez pienses que tú mereces más de lo que los demás
tienen y que por la injusticia de alguien estás sufriendo carencias. Puede ser que culpes a la
“suerte” de no tener las oportunidades que otros sin merecerlas tienen. Todo eso puede pasar e
incluso hasta echarle la culpa al clima, porque llueve o hace frío o viento, etc.
Yo creo que todos hemos sufrido situaciones de este tipo pero ¿Por qué algunos tipos a pesar de
situaciones tan adversas son triunfadores y yo no? Una buena pregunta. Tal vez hayas oído de Nick
Vujicic, un australiano que nació sin brazos y sin piernas y enfrentándose a su situación ha logrado
ser un tipo brillante, su primer libro: “no arms, no legs, no worries!” es muy conocido “sin brazos,
sin piernas, sin preocupaciones!”. La vida de Nick es clara muestra de que puede pasarte la
desgracia que sea, siempre y cuando no te desgracie el espíritu y te dañe el corazón siempre
podrás lograr tu sueño. Un brillante jugador argentino Carlos Tévez ni siquiera fue criado por sus
padres sino por sus tíos, en uno de los barrios más peligrosos de Buenos Aires conocido como el
Fuerte Apache, de ahí que al él siempre le digan “el Apache”, a los 10 meses accidentalmente le
cayó agua hirviendo en el cuerpo, hasta la fecha luce una gran cicatriz desde la oreja derecha hasta
el pecho. Vivió en la pobreza, él mismo ha reconocido que de no dedicarse al fútbol seguramente
se habría dedicado al crimen y terminado muerto o en la cárcel. No ha querido hacerse una
operación estética por no olvidar su origen y es un gran triunfador.
Realmente podríamos llenar un libro de casos similares pero lo más importantes es que cada uno
llene su propio libro, porque tú puedes escoger qué se debe escribir en cada página. Si quieres
seguir viviendo con resentimientos es tu decisión y siempre sufrirás, pero si quieres vivir en
libertad y buscar el triunfo, también es tu decisión. Eso sí, ¿fácil? No, nadie la ha tenido fácil ni la
tendrá fácil, es más tú y muchos más la tenemos difícil o muy difícil pero imposible jamás.