Pbro. Lic. Netzahualcóyotl H. Xochitiotzin Ortega
La pregunta:
Hace unos días —en las redes sociales— una feligresa lanzó esa pregunta: La Santa Misa del sábado ¿Es válida como Misa dominical? ¡No se hicieron esperar las respuestas! Desde aquellos que afirmaban con gran seguridad que no, quienes reconocían no saber del tema, otros más que indicaban que sería válida la celebración si iniciaba a una hora determinada como las 5 o 6 de la tarde, alguien más afirmando que dependía si las lecturas de la Santa Misa fuesen aquellas que están designadas para el domingo, también alguno comentó que dependía si el sacerdote celebrante lo indicaba, alguno más afirmó que sería bueno preguntar a algún sacerdote o persona más preparada en el tema y, finalmente, hubo quien hizo referencia a las leyes de la Iglesia que se encuentran en el Código de Derecho Canónico.
La Santa Misa dominical
Todos sabemos desde el Catecismo que existen los 5 mandamientos de la Iglesia y entre ellos aquél que nos indica: “Asistir a Misa todos los domingos y fiestas de guardar”. Como católicos conocemos que el centro de nuestra fe es Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre quien ofreció su vida en la cruz y resucitó al tercer día ¡El día domingo! Estamos enterados, que, desde el inicio de la Iglesia, los discípulos se reunían cada semana en ese día, así lo afirma el libro de los Hechos de los apóstoles (20, 7-12): “El primer día de la semana, estando nosotros reunidos para la fracción del pan, Pablo, que debía marchar al día siguiente, conversaba con ellos y alargó la charla hasta la media noche”.
El día en tiempos de Jesús
Para nosotros el día inicia a las cero horas y finaliza a las 12 de la noche, en tiempos de Jesús el día iniciaba la jornada anterior al atardecer y así consta en la Biblia en el libro del Levítico (23,32): “El día nueve del mes por la tarde y hasta la tarde del día siguiente observarán el sábado”. Este modo de medir el día también lo constatamos en los relatos de los evangelios que nos hablan de aquello que aconteció después de la muerte de Jesús y había que sepultarlo antes que iniciara el sábado: “Había caído la tarde. Como era el día de la preparación, es decir, la víspera… (Mc 15, 42)”.
El sábado por la tarde en las celebraciones litúrgicas
En la oración litúrgica que conocemos como “Liturgia de las Horas” está indicado que el sábado por la tarde se reza las “primeras vísperas” del domingo. El contenido de esas oraciones hace presente, de una manera plena, el gozo de la resurrección de Jesús, que es el festejo que realizamos el domingo.
Las leyes de la Iglesia
El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña textualmente en su párrafo 2180 citando también el Código de Derecho Canónico: “El mandamiento de la Iglesia determina y precisa la ley del Señor”; “El domingo y las demás fiestas de precepto los fieles tienen obligación de participar en la misa” (Canon 1247). “Cumple el precepto de participar en la misa quien asiste a ella, dondequiera que se celebre en un rito católico, tanto el día de la fiesta como el día anterior por la tarde” (Canon. 1248, §1).
¿A qué hora inicia la tarde? ¿Qué esquema celebrativo debe tener? ¿Es esencial que el sacerdote lo indique? La ley de la Iglesia no especifica la hora precisa, que lecturas o que el sacerdote lo indique. En cuanto a la hora cuando indica “Día anterior por la tarde” podemos tomar como referencia que: “Se celebran las Vísperas (de la Liturgia de las Horas) por la tarde, cuando atardece y el día va de caída, “en acción de gracias por cuanto se nos ha otorgado en la jornada y por cuanto hemos logrado realizar con acierto”. Por ello, los feligreses que asistan a Santa Misa el sábado por la tarde saben que también están cumpliendo el mandamiento de la Misa dominical.
Alentemos y enseñemos a nuestros niños con el ejemplo a la asistencia y participación devota de nuestras celebraciones, ello alimenta nuestra vida de fe, recordemos las palabras del Papa san Paulo VI: “La familia que reza unida, permanece unida”. ¡Bendiciones!