El diácono es constituido ministro sagrado. Así lo afirman los cánones 1008 y 1009 del Código de Derecho Canónico con estas palabras: “Con el sacramento del orden por institución divina algunos entre los fieles, mediante el carácter indeleble, con el cual, son marcados, son constituidos ministros sagrados; esto es, aquellos que son consagrados y destinados a servir, cada uno en su grado, con nuevo y peculiar título, al pueblo de Dios”.